La megaplanta que construirá Elon Musk en el municipio de Santa Catarina se sumará a los otros dos centros de producción que tiene el billonario en el extranjero, en Shanghái y en Berlín.
Qué significará la nueva fábrica para Tesla?
«El objetivo de Tesla es fabricar 20 millones de vehículos al año para finales de esta década y para cumplirlo necesita tener, como mínimo, ocho fábricas, según sus propios cálculos», explica Saúl López Cuervo, especialista en movilidad eléctrica. La de Monterrey será la séptima. Y no la última. «Hay rumores de otra posible en Indonesia y otra en Canadá…», afirma desde Bruselas.
Para él, «por tamaño de mercado y proximidad geográfica, parece que desde México se va a cubrir toda la demanda local, que será una pequeña parte, y la inmensa mayoría de la producción la va a absorber el mercado de Estados Unidos y Canadá». Al menos inicialmente. En esto coincide con el profesor Cornejo. «Es indudable que la mayor parte de esta producción estará destinada a la exportación, pero esto también servirá a la economía mexicana por el ingreso de divisas que fortalecerán la posición del peso mexicano», afirma este.
Además, «si Tesla comienza a vender de forma oficial en otros países de América Central o América Latina, lo más lógico sería que a partir del momento en que abran esos nuevos mercados, sea desde Nuevo León, desde la nueva fábrica de Monterrey, desde donde se abastezca esa demanda».
El problema del agua
La cantidad de agua que necesita una fábrica así es muy grande. Cuando en marzo de 2022 Tesla abrió su primera fábrica en Europa, concretamente en Alemania, los ecologistas pusieron el grito en el cielo, preocupados por el suministro de agua potable. Para ellos, los automóviles eléctricos de Tesla son «todo menos respetuosos con el clima».
«Se consume mucha agua en todos los procesos de ‘body in white’ (el ensamblaje de la carrocería)», explica López Cuervo. Tanto en ese momento como en los posteriores procesos hay un gasto enorme. «Hay múltiples procesos en la fabricación de un vehículo que necesitan mucha agua… y esto no es específico de Tesla, ni de los autos eléctricos, sino de la industria de la automoción», añade.
Y el agua, precisamente, no sobra en Nuevo León, donde el año pasado los hogares sufrieron incluso restricciones en el consumo y las autoridades están rehabilitando pozos y construyendo nuevas infraestructuras. La escasez crónica de agua en algunas zonas del norte de México era una de las razones por las que López Obrador intentó que la planta se ubicara o en el sur del país o cerca de la capital. Pero Musk quería que fuera en Nuevo León, estado gobernado por la oposición, que comparte una estrecha franja de frontera con Texas y un único paso fronterizo.