Un artículo inspirado en las quejas emitidas de los ciudadanos en la red social Facebook.

Coatzacoalcos: Un Caos en Declive

*Una mala administración municipal.

Redacción.

El municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, respira un aire denso de abandono y desesperanza. Las voces de sus ciudadanos, cargadas de frustración e indignación, pintan un panorama desolador que trasciende los simples baches y llega a las raíces mismas de la gobernanza. La imagen de la motocicleta destrozada del periodista Luis Alberto Ponce, a punto de convertirse en tragedia, simboliza el peligro latente que acecha a la población, un peligro que se manifiesta en la precaria infraestructura vial y en la indiferencia de las autoridades.

“Un verdadero peligro”, exclaman los ciudadanos, y no es para menos. La carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, convertida en un campo minado de riesgos, es solo un reflejo de la situación general. Las calles, según testimonios, son «espantosas», un reflejo del «desastre» que, a juicio de muchos, representa la administración municipal de Amado Cruz Malpica. La acusación es directa: un gobierno ineficaz, rodeado de «ineptos», que mira para otro lado mientras la ciudad se desmorona.

La crítica se extiende a la inoperancia de las autoridades ante las demandas ciudadanas. “Ninguna autoridad entiende el llamado de auxilio”, lamentan, resaltando la ironía de una respuesta inmediata a bloqueos carreteros, mientras que las peticiones legítimas de la población caen en saco roto. La amarga reflexión de algunos ciudadanos: “Muchos dicen que estábamos mejor antes, aún con toda la maldita corrupción”. Una frase que revela la profunda desconfianza en el sistema y la sensación de que las cosas, a pesar de los males del pasado, han empeorado significativamente.

La metáfora del «cada bache es un amor… tiguador quebrado» resume con crudeza la situación económica y la falta de inversión en la infraestructura. Se presenta una oportunidad para la gobernadora entrante, Rocío Nahle García, para demostrar su compromiso con los veracruzanos. La sombra de la corrupción, con la presunta desaparición de cinco mil millones de pesos durante la administración de Cuitlahuac García Jiménez, planea sobre el estado. La expectativa es alta: ¿Será capaz Nahle García de limpiar la casa y llevar ante la justicia a los responsables? La promesa de un cambio real se enfrenta a la dura realidad de la impunidad.

El reclamo por la mejora de la infraestructura vial es unánime. «A ver hasta cuándo se dignaran las autoridades correspondientes a componer… las calles y las carreteras», claman los ciudadanos, exigiendo una solución definitiva a un problema que afecta su calidad de vida. La desesperación llega al extremo de sugerir la utilización de carriles contrarios para evitar las zonas más peligrosas, una medida desesperada que refleja la falta de alternativas.

La situación se extiende a todos los servicios municipales: agua potable, drenaje, alumbrado público y recolección de basura. Un panorama desolador que deja al descubierto la incapacidad de la administración municipal para atender las necesidades básicas de su población. Coatzacoalcos, una ciudad en declive, clama por un cambio radical que vaya más allá de las promesas y se traduzca en acciones concretas. El tiempo se agota, y la paciencia de sus ciudadanos se está acabando.